Este viernes, el yen se depreció un 0.9 por ciento frente al dólar, posicionándose como la moneda de peor desempeño entre las del Grupo de los 10. Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón (BOJ), dejó aún más en claro que un aumento de tasas en octubre es poco probable, enviando un mensaje cauteloso debido a las preocupaciones por el colapso del mercado que siguió al incremento de tasas de julio.
El BOJ decidió mantener la tasa de política en aproximadamente 0.25 por ciento, y Ueda pareció enfriar las ya limitadas expectativas de un movimiento inminente el próximo mes. “El riesgo alcista para los precios parece estar disminuyendo, dado el reciente fortalecimiento del yen”, comentó Ueda, un comentario que impactó en el valor de la moneda, llevándola a su nivel más bajo frente al dólar. “Hay tiempo para confirmar ciertos aspectos antes de tomar decisiones políticas”, agregó, enfatizando la importancia de evaluar los mercados financieros y las economías extranjeras.
El yen cayó a 143.95 contra el dólar a las 19:00 horas en Tokio, consolidándose como la moneda de peor rendimiento del Grupo de los 10. Por otro lado, los contratos de futuros de bonos gubernamentales a 10 años mostraron un aumento, mientras que los swaps indexados a un día indicaron pocas probabilidades de que el BOJ suba las tasas antes de su reunión de octubre. Los swaps sugerían solo un 30 por ciento de posibilidad de un aumento antes de la reunión de política monetaria en diciembre.
En una semana crucial para los bancos centrales, donde la Reserva Federal inició recortes de tasas, la atención se centró en el tiempo del próximo aumento de tasas en Japón, con un consenso claro de que el BOJ se mantendría firme en su postura. El banco central busca monitorizar de cerca el impacto de la decisión de julio y evitar perturbar nuevamente los mercados con sorpresas. Además, el mantenimiento de la tasa de interés lo mantiene fuera del centro de atención, justo cuando el Partido Liberal Democrático de Japón elige a un nuevo líder el 27 de septiembre, quien asumirá el cargo de primer ministro.
Cerca del 70 por ciento de los economistas encuestados antes de la reunión creían que el Banco de Japón volvería a elevar los costos de endeudamiento a finales de año, aunque las declaraciones de Ueda probablemente inclinaron las probabilidades hacia diciembre o enero. “Las afirmaciones de Ueda eliminan un aumento de las tasas en octubre”, dijo Hideo Kumano, economista del Dai-Ichi Life Research Institute y exfuncionario del BOJ. “Es probable que Ueda haya evitado mencionar intencionadamente que las elecciones del PDL y las posibles elecciones nacionales incrementan las incertidumbres”.
El banco central también podría estar interesado en observar cómo reaccionan los mercados al resultado de las elecciones en Estados Unidos.
Con la decisión de la Fed del miércoles intensificando el impulso hacia una flexibilización global, las opiniones sobre la trayectoria futura del BOJ están divididas. El colapso del mercado en agosto, tras la decisión de julio del BOJ, causó la mayor caída del índice Nikkei 225 en su historia, eliminando 1.1 billones de dólares del mercado bursátil japonés en tres días de negociación. A pesar de que las acciones han recuperado parte de sus pérdidas desde entonces, la volatilidad del mercado sigue siendo la más alta entre los principales índices mundiales.
“Creo que el momento del próximo aumento de tasas dependerá de las condiciones económicas en el extranjero en los próximos meses, especialmente en Estados Unidos”, señaló Chotaro Morita, estratega jefe de All Nippon Asset Management Co. “Esto, en mi opinión, retrasa las decisiones políticas del BOJ”.
El Banco de Japón todavía tiene razones para considerar un aumento de tasas a mediano plazo, ya que ha indicado en múltiples ocasiones que las tasas de interés reales siguen siendo profundamente negativas y apoyan la economía. Además, el banco mejoró su evaluación del gasto de consumo, un motor fundamental del crecimiento económico, y destacó la necesidad de monitorear los mercados financieros. Tras otro aumento en la tasa de inflación, el BOJ reiteró que espera que el crecimiento de los precios continúe alineándose con su objetivo en la segunda mitad de su período de proyección.