Alejandro Malagón Barragán, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin), hizo un llamado a implementar mecanismos de inversión público-privada y esquemas financieros innovadores que permitan llevar a cabo las obras demandadas por el ‘nearshoring’ y la sociedad en general. La preocupación por la reducción de la inversión gubernamental, que acompaña el recorte del déficit público, es un tema relevante para los industriales del país. Por ello, proponen que las asociaciones público-privadas (APPs) sean la única vía viable para realizar los proyectos de infraestructura necesarios que impulsen la industria y mejoren el bienestar a través de la generación de empleo.
Malagón Barragán señaló que, al reconocer las limitaciones del presupuesto y la responsabilidad hacendaria, les preocupa que la reducción del déficit público de 5.9% a 3.5% del PIB implique una disminución en la inversión pública en infraestructura estratégica.
El presidente de Concamin destacó la necesidad urgente de inversión en proyectos como carreteras, vías férreas, puertos, aeropuertos, terminales multimodales, telecomunicaciones, infraestructura energética, hídrica, educativa, de salud, movilidad urbana y vivienda social. “Ni en México ni en el mundo hay un presupuesto público que alcance para satisfacer tantas necesidades de infraestructura”, afirmó, reiterando que los industriales están dispuestos a participar con conocimiento e inversión, incluso bajo esquemas diferentes a las APPs.
Asimismo, Malagón Barragán enfatizó que tanto el gobierno como el sector privado deben aumentar su inversión en relación al PIB. “Es necesario que el gobierno incremente su inversión del 2% actual hasta un 5%, y que la industria privada también contribuya al crecimiento a través de políticas industriales y públicas que permitan un desarrollo en infraestructura”, añadió.
En otro tema, Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), manifestó que el tipo de cambio del peso, por encima de 20 unidades por dólar, no representa una preocupación para la industria. Más bien, este nivel de cambio equilibra la competencia en el mercado nacional, ya que las importaciones se habían abaratado y afecta el valor de sus exportaciones. “Un tipo de cambio de 20 pesos es mucho más favorable que los niveles altos que veíamos anteriormente. El sector industrial y primario ha sufrido los efectos de un peso sobrevaluado durante años, lo que impactaba negativamente en nuestra competitividad”, aseguró.
Humberto Martínez, presidente de Index, añadió que el fortalecimiento de la sostenibilidad verde puede ser un factor atractivo para la llegada de nuevas fábricas.
Durante la Reunión Anual de Industriales (RAI), Julie Poirier, consejera en Política Comercial de la Embajada de Canadá en México, subrayó la importancia de vincular la política industrial con el T-MEC para que la próxima revisión beneficie a la región, que representa el 30% del PIB. Johannes Dobinger, representante de la Oficina Regional de la ONU para el Desarrollo Industrial, reconoció que la estructura organizada del sector privado en México es una ventaja en este contexto. “Es fundamental conectar el tratado comercial con políticas industriales, aprovechando la organización del sector privado en México y generando evidencia a través de análisis prospectivo”, recomendó.