El peso mexicano sufrió una caída este viernes tras los rumores sobre el regreso de Robert Lighthizer como representante comercial de Estados Unidos para el segundo mandato de Donald Trump. Apenas una semana después de las elecciones en Estados Unidos, las especulaciones sobre quién liderará la política comercial bajo el nuevo gobierno comenzaron a generar efectos, y un informe del Financial Times sobre el regreso de Lighthizer provocó una depreciación del 2.4 por ciento de la moneda mexicana, que se ubicó en 20.27 unidades por dólar.
Según el citado medio, Donald Trump habría solicitado al exrepresentante comercial de EU que retomara su puesto, cargo que desempeñó durante la guerra comercial con China en su primer mandato. Lighthizer también fue clave durante las negociaciones del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) en 2018, lo que ha generado inquietud sobre una posible revisión o renegociación del acuerdo, tal como Trump sugirió durante su campaña.
Gabriela Siller, directora de investigación de Grupo Financiero Base, comentó que, con Lighthizer a cargo de la política comercial de EU, se anticipa una revisión severa del T-MEC, y Benito Berber, economista de Natixis para América Latina, calificó la posibilidad como una “señal ominosa”.
Lighthizer es reconocido por su dureza en las negociaciones comerciales, como lo demostró en su trato con México durante las negociaciones del T-MEC. En una entrevista, el exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo, relató cómo Lighthizer calificó de “insultante” una carta de Jesús Seade, quien en representación de Andrés Manuel López Obrador, había intentado retirar compromisos energéticos del acuerdo. Lighthizer consideró inaceptable la propuesta, al considerar que ofrecía un trato desigual a Estados Unidos, quien compra el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
Además, Lighthizer ha defendido la implementación de aranceles universales y ha justificado los impuestos a las importaciones durante su gestión, asegurando que el libre comercio promovido en las últimas tres décadas perjudicó a los trabajadores estadounidenses.