22.12.2024
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Citibanamex alerta sobre el posible cambio en la calificación crediticia de México

Citibanamex ha señalado que México podría enfrentar un cambio en la perspectiva de su calificación crediticia debido a diversos factores, como el deterioro de las finanzas públicas, el bajo crecimiento del PIB y un marco institucional más débil. La entidad financiera advirtió que, aunque la deuda pública en México sigue aumentando, lo hace de manera similar a otras economías emergentes, pero el gasto público ha crecido más rápidamente que los ingresos, lo que genera una necesidad urgente de reducir el déficit fiscal. Este año, el déficit alcanzará el 6% del PIB, el nivel más alto desde 1988.

El informe, elaborado por Iván Arias, director de Estudios Económicos de Citibanamex, y Arely Medina, economista de investigación, destaca que la falta de un plan claro y realista de consolidación fiscal en el Paquete Económico 2025 podría llevar a un cambio en la perspectiva de la calificación de estable a negativa en los próximos meses.

Un indicador clave de este riesgo es el Credit Default Swaps (CDS) a 5 años, que ha superado a países con calificación similar. Desde principios de año, el CDS promedio de las economías emergentes ha fluctuado entre 162 y 185 puntos base, y en octubre promedió 168 puntos. En junio, el CDS de México repuntó 16 puntos a raíz de los resultados electorales, lo que refleja una creciente percepción de riesgo.

El CDS de México ha mostrado una tendencia alcista, alcanzando 126 puntos base en octubre, lo que indica una percepción de mayor riesgo para el país en comparación con otras economías emergentes. Este aumento coloca a México por encima de países con una calificación similar, como Perú e India, y solo por debajo de Hungría en la región. Aunque México ha mantenido su grado de inversión durante los últimos 23 años, ha permanecido en los niveles más bajos de las escalas de las agencias calificadoras. Las fortalezas que respaldan esta calificación incluyen políticas macroeconómicas prudentes y cuentas externas sólidas, así como una deuda pública relativamente baja en comparación con otros países con calificación similar. Sin embargo, las principales limitaciones para una mejora en la calificación son la debilidad en los indicadores de gobernanza, el bajo crecimiento económico a mediano plazo y el deterioro de las finanzas públicas, en parte debido a las presiones de gasto y la situación de Pemex.