22.12.2024
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La cautela de Powell ante las políticas de Trump marca un cambio respecto a 2016

La actitud más cautelosa de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, respecto a las políticas fiscales de la administración Trump contrasta con su respuesta en 2016, cuando la Fed ya anticipaba efectos de los recortes de impuestos del entonces presidente electo. En una reciente conferencia, Powell declaró que prefiere esperar para ver qué políticas implementará el nuevo gobierno antes de hacer proyecciones para la economía. “No adivinamos, no especulamos y no suponemos”, comentó el presidente de la Reserva Federal el 7 de noviembre.

Este enfoque contrasta con la postura de 2016, cuando el personal de la Fed ya comenzaba a incluir en sus previsiones la expectativa de recortes fiscales prometidos por Trump. Un mes antes de su toma de posesión, Powell, en ese entonces gobernador de la Fed, asumió que los recortes de impuestos impulsados por el nuevo gobierno serían aprobados, lo que lo llevó a ajustar sus proyecciones de tasas de interés para ese año.

En 2024, la cautela adicional de Powell es notable, dado que se anticipa que las políticas de Trump reavivarán las presiones inflacionarias en un momento en el que la Fed sigue combatiendo la inflación más alta en décadas. La capacidad de la Reserva Federal para reducir las tasas de interés dependerá de cómo las políticas fiscales, arancelarias e inmigratorias de la administración afecten a la economía.

Algunos economistas, como Randall Kroszner, exgobernador de la Fed, advierten que las políticas de desregulación y estímulos fiscales de Trump podrían impulsar la economía, pero también incrementan los riesgos. Por otro lado, la incertidumbre sobre cómo y cuándo ajustar las tasas sigue siendo un desafío para los banqueros centrales, quienes en el pasado han tenido conflictos con presidentes que implementan recortes fiscales. Si la Fed sube las tasas demasiado rápido, podría frenar el crecimiento; si lo hace demasiado tarde, la inflación podría resurgir, como sucedió en 2021.

Mientras tanto, otros analistas consideran que la reacción de la Fed debería mantenerse a nivel de simulaciones, ya que el impacto de las políticas fiscales aún no es claro. La situación actual es más incierta que en 2016, cuando el Congreso parecía más dispuesto a aprobar los recortes fiscales propuestos por Trump. Hoy en día, la falta de consenso en el Partido Republicano hace que las suposiciones sobre futuras reformas fiscales sean menos confiables.

Aunque algunos bancos de Wall Street ya han ajustado sus expectativas, reduciendo las previsiones de recortes de tasas de interés, la Reserva Federal se enfrenta a un desafío complejo al intentar navegar entre los estímulos fiscales y los riesgos inflacionarios. Según Ellen Meade, exasesora de la Fed, es esencial establecer un proceso sistemático para incorporar las iniciativas fiscales en las previsiones económicas, para garantizar que la Fed actúe de manera coherente frente a los cambios políticos y económicos.

Este momento representa una oportunidad para que la Reserva Federal desarrolle un enfoque más estructurado para manejar las políticas fiscales futuras, lo que podría ayudar a mitigar los riesgos asociados con las medidas fiscales propuestas por la administración Trump.