La deuda de Pemex con sus proveedores y contratistas continúa creciendo, alcanzando 25 mil millones de pesos mensuales, lo que ha llevado la cifra acumulada a superar los 400 mil millones de pesos, de acuerdo con Rafael Espino de la Peña, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (AMESPAC).
Espino destacó que en los últimos meses la deuda ha aumentado por diversos factores, entre ellos, la transición del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a Claudia Sheinbaum. Además, mencionó que durante este tiempo se han dejado de recibir las estimaciones necesarias para facturar en la plataforma de pagos de Pemex, lo que está afectando especialmente a los subcontratistas y las cadenas de valor regionales.
El presidente de AMESPAC señaló que ya se han registrado protestas en estados clave para la industria petrolera como Campeche, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz. Sin embargo, hasta el momento, las empresas no han recibido respuesta de Pemex para establecer un plan de pagos confiable. También rechazó la idea de que las empresas estén aceptando pagos menores por sus servicios, ya que los trabajos ya fueron realizados conforme a los contratos.
En cuanto a los objetivos de producción de Pemex, Espino de la Peña expresó su preocupación por la meta de alcanzar 1.8 millones de barriles diarios de petróleo durante el gobierno de Sheinbaum, especialmente ante la disminución de la inversión en actividades de exploración y producción. Indicó que hay una reducción en el CAPEX de Pemex, lo que pone en duda la viabilidad de la meta de producción y la relación entre la inversión y los objetivos establecidos.
En el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, se contempla una disminución del 5.25% en la asignación a Pemex para la producción de hidrocarburos y mantenimiento, alcanzando los 239 mil 288 millones de pesos. La inversión en exploración también sufrirá un recorte del 6.25%, con un presupuesto de 40 mil 539 millones de pesos.
La AMESPAC agrupa a 45 empresas dedicadas a actividades del upstream, entre ellas Baker Hughes, Halliburton, Schlumberger, Cotemar y Opex.
Por otro lado, la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin) destacó que las pequeñas y medianas empresas afectadas por los adeudos de Pemex están siendo apoyadas por la Secretaría de Hacienda y la propia empresa estatal, con la esperanza de que la situación se resuelva el próximo año. Sin embargo, Alejandro Malagón Barragán, presidente de Concamin, reconoció que no se espera una solución inmediata antes de fin de año.
Además de las empresas que dependen directamente de Pemex, la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (CAMEINTRAM) también ha manifestado su preocupación por los pasivos de la petrolera, ya que las navieras encargadas de mover los productos de Pemex también se ven afectadas por los retrasos en los pagos.