Los precios al consumidor en Estados Unidos siguieron aumentando en noviembre, cerrando el año 2024 con una tendencia que genera preocupación sobre el control de la inflación en el país.
El índice subyacente de precios al consumidor, que excluye alimentos y energía, registró un incremento del 0.3% en noviembre, manteniendo este ritmo de aumento por cuarto mes consecutivo, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. En comparación con el mismo mes del año anterior, el aumento fue del 3.3%.
Los economistas consideran que este indicador subyacente refleja mejor la tendencia de la inflación, ya que el índice general, que incluye los precios de los alimentos y la energía, puede ser volátil. El índice general también subió un 0.3% en noviembre con respecto al mes anterior, y un 2.7% comparado con noviembre del año pasado. Los costos de la vivienda representaron casi el 40% de este aumento.
Aunque las presiones sobre los precios han disminuido desde los máximos alcanzados durante la pandemia de COVID-19, la inflación se ha estabilizado en los últimos meses. Esto, junto con la menor preocupación sobre el mercado laboral, ha influido en la decisión de varios banqueros centrales de optar por un ritmo más gradual en los recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed). El IPC reveló que los precios de los bienes, excluyendo alimentos y energía, subieron un 0.3%, el mayor incremento desde mayo de 2023, impulsados principalmente por el aumento de los precios de vehículos nuevos y usados, así como de la ropa. Los precios de los alimentos aumentaron un 0.5%, el mayor incremento desde principios de 2024.
Los precios de la vivienda en EE.UU. aumentaron un 0.3% en noviembre, tras un aumento del 0.4% en el mes anterior. El alquiler equivalente de los propietarios y el alquiler de la residencia principal subieron un 0.2%, los incrementos más pequeños desde 2021.
Excluyendo vivienda y energía, los precios de los servicios aumentaron un 0.3% por segundo mes consecutivo. Esta medida, conocida como el índice de precios de los gastos de consumo personal, no da tanto peso a la vivienda como el IPC, lo que hace que su tendencia se acerque más al objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Además, los responsables de las políticas siguen de cerca el crecimiento salarial, ya que puede influir en las expectativas sobre el gasto de los consumidores, que es un factor clave en la economía. Un informe separado publicado también el miércoles, que combina las cifras de inflación con datos salariales, indicó que las ganancias reales por hora crecieron un 1.3% en comparación con el año pasado.