En su última reunión celebrada el 20 de diciembre de 2024, la Junta de Gobierno de Banco de México decidió reducir la tasa objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en 25 puntos base, dejándola en 10.00%. Esta medida refleja la estrategia continua del banco para abordar el complejo panorama económico, tanto en México como a nivel global, con el objetivo de mantener el control de la inflación y fomentar la estabilidad económica general.
Condiciones económicas globales
A lo largo de 2024, la economía global ha enfrentado diversos desafíos, pero se espera que el cuarto trimestre muestre un crecimiento comparable al de los periodos anteriores. La economía de Estados Unidos, por ejemplo, se ha mantenido resistente y sigue expandiéndose. Al mismo tiempo, las tendencias disinflacionarias han progresado, a pesar de algunos repuntes de inflación en economías avanzadas. Un desarrollo clave fue la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir su tasa de referencia en 25 puntos base, alineando sus acciones con el contexto económico global.
La inflación sigue siendo una preocupación principal, particularmente en las naciones desarrolladas. La inflación general ha ido aumentando en varios países, impulsada por los persistentes choques en la oferta y las presiones duraderas de la inflación subyacente. Los mercados financieros también han experimentado una mayor volatilidad, principalmente debido a incertidumbres geopolíticas y los cambios en las dinámicas del comercio global.
El panorama económico en México
Las condiciones económicas de México también han estado marcadas por fluctuaciones en la inflación y los patrones de crecimiento. Después de un periodo prolongado de actividad económica más lenta, México experimentó una notable recuperación en el tercer trimestre de 2024, superando la tasa de crecimiento observada a principios de año. Sin embargo, las perspectivas para el resto de 2024 y para 2025 siguen siendo moderadas, con un crecimiento que se espera que desacelere aún más. Los principales factores que contribuyen a esta perspectiva incluyen una menor demanda externa, bajos niveles de inversión y las incertidumbres globales persistentes.
El mercado laboral en México también ha mostrado signos de desaceleración. El crecimiento del empleo ha disminuido y se espera que esta tendencia continúe en el corto plazo. Además, los riesgos para el crecimiento económico siguen inclinados hacia el lado negativo, con México enfrentando vulnerabilidades tanto de factores internos como externos, particularmente debido a tensiones comerciales y la inestabilidad geopolítica.
Tendencias y pronósticos de la inflación
Una de las principales razones detrás de la decisión de Banco de México de reducir las tasas de interés es la mejora gradual de las condiciones inflacionarias. La inflación general, que había sido una preocupación significativa a principios de año, ha ido descendiendo. Entre octubre y noviembre de 2024, la inflación anual bajó del 4.76% al 4.55%, lo que refleja una disminución de las presiones en la oferta, especialmente en los componentes no esenciales de la inflación.
La inflación subyacente, que ofrece una visión más clara de las tendencias inflacionarias subyacentes, continuó disminuyendo, pasando del 3.80% en octubre al 3.58% en noviembre. Esta mejora es especialmente destacada dado los altos niveles de inflación observados a principios de año, impulsados por factores tanto nacionales como internacionales, como el aumento de los precios de la energía y las disrupciones en las cadenas de suministro.
Si bien la inflación de los productos manufacturados ha permanecido baja, la inflación en los servicios ha sido más persistente. Esta divergencia ha representado un desafío para los responsables de la política económica, ya que las presiones inflacionarias en los servicios han sido más difíciles de reducir. A pesar de esto, las expectativas de inflación para finales de 2024 se han revisado a la baja, lo que indica que la postura restrictiva de política monetaria del banco central, junto con las favorables tendencias globales de disinflación, está comenzando a dar resultados positivos.
De cara al futuro, se espera que tanto la inflación general como la subyacente sigan su tendencia a la baja, aunque las previsiones han sido ligeramente ajustadas al alza debido a la persistencia de la inflación en los servicios. A pesar de estas revisiones, el panorama general de inflación es más favorable que al inicio del año.
Riesgos para el pronóstico de inflación
Banco de México ha identificado varios riesgos que podrían afectar su pronóstico de inflación. En el lado positivo, los riesgos incluyen la persistencia de la inflación subyacente, una posible depreciación adicional del peso mexicano, presiones relacionadas con los costos y las posibles alteraciones debidas al cambio climático. Además, las tensiones geopolíticas o los cambios en las políticas comerciales internacionales podrían afectar negativamente la inflación.
En el lado negativo, los riesgos incluyen un crecimiento económico más bajo de lo anticipado, una menor repercusión de algunas presiones relacionadas con los costos y un impacto menor de lo esperado de la depreciación del peso en la inflación. A pesar de estos riesgos, el balance de riesgos sigue estando inclinado hacia las presiones inflacionarias, lo que podría llevar a una política monetaria más restrictiva en el futuro.
Decisión de reducir las tasas
La Junta de Gobierno de Banco de México evaluó cuidadosamente las tendencias inflacionarias, las expectativas de inflación y las condiciones económicas más amplias antes de tomar su decisión. La junta consideró los choques significativos que han afectado los componentes no esenciales de la inflación, especialmente las disrupciones en la oferta, así como la trayectoria descendente de la inflación subyacente. También se observó que se espera que la inflación subyacente siga disminuyendo en los próximos meses, lo que brinda espacio para medidas de política más acomodaticias.
En este contexto, la decisión de reducir la tasa objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en 25 puntos base, dejándola en 10.00%, fue tomada de manera unánime. Esta medida se considera un paso importante para asegurar que la inflación siga acercándose de manera sostenible al objetivo del 3% del banco central.
Expectativas futuras
De cara al futuro, Banco de México anticipa que podrían ser posibles más recortes en las tasas, dependiendo de la evolución de las tendencias globales de inflación y del ajuste continuo de la economía mexicana. Si bien el banco central ha indicado que mantendrá una postura restrictiva por el momento, también ha señalado que se podrían considerar futuras reducciones de la tasa de referencia si las presiones inflacionarias continúan aliviándose.
El mantenimiento de la estabilidad de precios sigue siendo la principal prioridad de Banco de México, ya que es crucial para la salud general de la economía mexicana. Al mantener las tasas de interés alineadas con sus objetivos de inflación, el banco central busca crear un entorno de inflación baja y estable que respalde el crecimiento económico a largo plazo.
En conclusión, la decisión de reducir la tasa de interés de referencia representa una respuesta medida ante el entorno inflacionario en evolución. Ofrece un alivio a los consumidores y empresas, mientras asegura que la inflación siga en el camino hacia el objetivo del 3%. El compromiso de Banco de México con este objetivo sigue siendo firme y sus acciones futuras continuarán guiadas por los desarrollos económicos tanto nacionales como internacionales.