Ante la creciente inquietud entre contribuyentes por el uso de la Cédula de Datos Fiscales frente a la Constancia de Situación Fiscal, especialistas aclaran que ambos documentos seguirán coexistiendo, aunque con funciones distintas. La Cédula, en opinión de expertos, podría ganar terreno debido a su simplicidad y por brindar mayor seguridad a los datos personales del contribuyente.
Salvador Rotter Aubanel, integrante de la Comisión de Desarrollo de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, explicó que la Cédula protege información sensible, como el domicilio fiscal, si el contribuyente es accionista de una empresa o si recibe ingresos por dividendos. Precisó que este documento incluye solo los datos indispensables para que un tercero emita un comprobante fiscal digital (CFDI), sin necesidad de entregar la Constancia de Situación Fiscal, la cual contiene información más detallada sobre actividades económicas e ingresos.
Rotter afirmó que la Cédula se convierte en una herramienta de protección en un contexto de creciente inseguridad, especialmente para quienes tienen registrada su dirección particular como domicilio fiscal.
Domingo Ruíz López, presidente de la Comisión Fiscal de Coparmex Nacional, aclaró que la Constancia de Situación Fiscal no ha sido eliminada, y que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ofrece la Cédula como una alternativa práctica para cumplir con las obligaciones fiscales. Indicó que la confusión proviene de que, para emitir correctamente un CFDI, es necesario contar con los datos del RFC tal como están registrados, y aunque la Constancia sirve para verificarlos, no es obligatorio presentarla para facturar.
El especialista señaló que muchas empresas exigen la Constancia de Situación Fiscal como requisito para facturar, pero esa práctica es indebida y forma parte del listado del SAT sobre acciones incorrectas en procesos de facturación. Aclaró que el contribuyente no tiene la obligación de proporcionar este documento a proveedores, ya que puede entregar sus datos de otras formas —por escrito, verbalmente o mediante la Cédula de Datos Fiscales—.
Domingo Ruíz detalló que la Cédula incluye solo el RFC, el nombre del contribuyente, el régimen fiscal y el código postal, junto con un código QR, lo que la convierte en un documento más simple, pero igualmente funcional para efectos de facturación.
A pesar de sus diferencias, ambos documentos seguirán siendo utilizados de forma complementaria. Rotter señaló que la Constancia se seguirá requiriendo para trámites como la firma de contratos empresariales o la contratación de empleados, donde se necesita información más extensa.
Por su parte, Roberto Iván Colín Mosqueda, integrante de la Comisión Técnica Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, advirtió que los contribuyentes deben mantener actualizados sus datos tanto en la Constancia como en la Cédula. Recordó que el Código Fiscal de la Federación, en su artículo 79, establece que no notificar al SAT sobre cambios en la información fiscal puede derivar en multas que van de 5 mil 400 a 10 mil 780 pesos.
El especialista fiscal concluyó que, por ahora, la Cédula y la Constancia seguirán coexistiendo, y que ninguna sustituye completamente a la otra. Cada una cumple un propósito específico dentro del cumplimiento fiscal en México.
A partir de 2025, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) implementará de forma más amplia la Cédula de Identificación Fiscal, una versión simplificada y digitalizada de los datos fiscales de los contribuyentes. Esta nueva herramienta busca sustituir progresivamente el uso extendido de la Constancia de Situación Fiscal, especialmente en actividades como la facturación.
El SAT ha señalado que la Cédula podrá ser descargada directamente desde su aplicación móvil, lo cual facilitará su acceso y reducirá la dependencia de trámites presenciales o mediante e.firma. Esta digitalización responde al objetivo de hacer más accesible y segura la entrega de datos fiscales por parte de personas físicas y morales.
La nueva Cédula contendrá los siguientes datos visibles:
- Código QR (para validación automática)
- Registro Federal de Contribuyentes (RFC)
- Nombre completo o razón social
- Régimen fiscal vigente
- Código postal del domicilio fiscal registrado
- Lugar y fecha de emisión
- Datos básicos de identificación
A diferencia de la Constancia de Situación Fiscal, que contiene información más amplia sobre las actividades económicas, ingresos o incluso participación accionaria, la Cédula presenta solo los elementos esenciales para emitir correctamente un CFDI (comprobante fiscal digital), garantizando la protección de datos personales sensibles.
Domingo Ruíz, presidente de la Comisión Fiscal de Coparmex Nacional, indicó que aún existe confusión sobre el uso de ambos documentos. Explicó que, aunque la Constancia de Situación Fiscal fue adoptada como requisito en muchos procesos —como la emisión de facturas y recibos de nómina—, el SAT nunca estableció formalmente la obligatoriedad de presentar la Cédula para estos fines.
Sin embargo, reconoció que muchos negocios solicitan la Cédula como una forma práctica de verificar los datos fiscales del cliente. En su opinión, esta herramienta “sirve para lo mismo, pero de forma más sencilla”, al contener únicamente la información necesaria para generar facturas válidas ante el SAT.
Ruíz enfatizó que lo realmente obligatorio es que los datos del CFDI coincidan con los registros del SAT: RFC, régimen fiscal y código postal. La forma en que esos datos se entregan puede variar, y la Cédula es una vía segura, rápida y suficiente.
Aunque su uso será menos frecuente para actividades cotidianas, la Constancia seguirá vigente y necesaria en ciertos contextos más formales, como:
- Firmar contratos empresariales
- Contrataciones laborales
- Actualización de datos ante el SAT
- Correcciones o trámites específicos que requieran acreditar el régimen fiscal completo y otros datos personales
Este documento también seguirá siendo útil para verificar fechas de incorporación fiscal, actividades económicas registradas y otros elementos no incluidos en la Cédula.
El especialista fiscal Roberto Iván Colín Mosqueda advirtió que los contribuyentes deben mantener actualizados sus datos en ambos documentos. De no hacerlo, pueden enfrentarse a multas de entre 5 mil 400 y 10 mil 780 pesos, conforme al artículo 79 del Código Fiscal de la Federación. Estas sanciones aplican por no presentar los avisos correspondientes o hacerlo de manera extemporánea.
En resumen, la Cédula de Identificación Fiscal se perfila como una herramienta ágil y segura para el día a día del contribuyente, mientras que la Constancia de Situación Fiscal seguirá utilizándose en procesos más complejos. Ambos documentos convivirán en el sistema fiscal mexicano, al menos por el corto y mediano plazo.