14.11.2024
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Economía mexicana muestra señales de recuperación en julio impulsada por consumo e inversión

La economía mexicana comenzó a mostrar signos de reactivación al inicio de la segunda mitad del año, gracias a un aumento en la inversión y el consumo, aunque persisten dudas sobre su sostenibilidad en los próximos meses. La inversión fija bruta creció un 3.9% anual, mientras que el consumo privado se expandió un 3.4% anual, en comparación con el 0.9% y el 2.6% registrados en junio, respectivamente, según cifras ajustadas por estacionalidad.

En comparación mensual, ambos indicadores también mostraron un mejor desempeño: la inversión aumentó un 1.8% tras una caída del 0.7% el mes anterior, y el consumo creció un 0.8%, mejorando el 0.1% registrado en junio. Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, comentó a El Financiero Bloomberg que el segundo semestre inició positivamente, después de meses en los que las expectativas sobre inversión y consumo no se cumplieron y resultaron decepcionantes.

El equipo de análisis de Banorte advirtió que el panorama para la demanda interna en la segunda mitad del año presenta desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a la inversión. Por otro lado, se considera que el consumo podría ser más resiliente, con factores coyunturales que jugarán un papel importante. Analistas de Intercam destacaron que, aunque las cifras son alentadoras, es crucial observar si esta tendencia se mantiene o si se trata de un dato aislado.

Los factores clave para la inversión incluyen el contexto interno. Jorge Peña, profesor de Economía de la UNAM, señaló que la inversión está siendo impulsada principalmente por el sector privado, con un menor aporte del sector público. En este sentido, es fundamental mantener el dinamismo del sector privado, ya que se anticipa un freno al gasto público en 2025.

Citibanamex anticipa que la demanda interna podría debilitarse debido a un entorno de mayor incertidumbre vinculado a las políticas de las nuevas administraciones en México y Estados Unidos, lo que podría llevar a decisiones más cautelosas por parte de empresas y consumidores, así como un recorte en el gasto público para reducir el déficit fiscal local.

En el desglose del gasto en inversión, la construcción creció un 3.4% anual en julio, impulsada por la construcción residencial, que avanzó un 9.5%, mientras que la inversión no residencial cayó un 1.5%, marcando la segunda caída anual consecutiva en este sector tras 21 meses de incrementos. La inversión en maquinaria y equipo se aceleró un 4.2% anual en julio, y la inversión nacional creció un 5.4% anual, aunque por debajo del 9.2% anterior, mientras que la importada avanzó un 2.1% anual. Quiroz comentó que la inversión importada se benefició de la expectativa de una posible depreciación del tipo de cambio, lo que llevó a los empresarios a invertir en este tipo de bienes en julio.

En cuanto al consumo, aunque se espera cierta estabilidad, se anticipa una desaceleración, especialmente en el gasto más discrecional, según Ángel Huerta, analista de Ve por Más. Los bienes importados aumentaron un 15.3% anual en julio, mientras que los bienes y servicios nacionales crecieron un 1.5% anual. La desaceleración económica podría traducirse en una menor creación de empleo, lo que afectaría la confianza del consumidor. Aunque se prevé que la inflación y las tasas de interés disminuyan en el resto del año, estas seguirán siendo altas, limitando así el poder adquisitivo y el acceso al crédito.

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