El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, había advertido que impondría aranceles a los productos fabricados fuera del país con el objetivo de traer de vuelta la producción a suelo estadounidense. Esta amenaza ya está teniendo efectos, ya que varias empresas están apresurándose a trasladar sus operaciones fuera de China. Un ejemplo claro es el minorista de calzado Steven Madden, que ha decidido acelerar sus planes para reducir su dependencia de las fábricas chinas tras la victoria de Trump, lo que ha incrementado la posibilidad de un aumento en los aranceles a los productos importados.
Steven Madden, que hasta ahora dependía en gran medida de China para la fabricación de sus productos, tiene como objetivo reducir en un 40% la producción en China para 2025, un cambio significativo respecto a su meta inicial de solo un 10%. Edward Rosenfeld, CEO de la compañía, explicó que ya han comenzado a poner en marcha este plan.
Las empresas de consumo están reaccionando rápidamente ante la posibilidad de un incremento de los aranceles, lo que podría encarecer los productos de uso cotidiano en Estados Unidos. Durante su campaña presidencial, Trump amenazó con imponer aranceles del 60% a los productos fabricados en China y hasta un 20% a los artículos provenientes de otros países, con el fin de incentivar la producción nacional. Las empresas estadounidenses han confiado en las fábricas chinas debido a los bajos costos de producción.
Rosenfeld, al referirse a la situación, comentó que una guerra comercial con China tendría implicaciones significativas, no solo en las cadenas de suministro, sino en la economía global.
Otras empresas, como Whirlpool, también han advertido que los estadounidenses deberán prepararse para precios más altos si los aranceles aumentan. En particular, la compañía señaló que la producción de microondas en China podría verse gravemente afectada. Por su parte, Church & Dwight ya ha comenzado a trasladar parte de su producción fuera de China, especialmente en su negocio de cuidado bucal Waterpik.
Steven Madden, que actualmente depende en gran medida de China, espera reducir su exposición a los aranceles a un 25% el próximo año, gracias a la reubicación de su cadena de suministro a países como Camboya, Vietnam y México.