Las instituciones bancarias en México han reportado un aumento significativo en sus ganancias, impulsadas por las altas tasas de interés y un activo desempeño en la actividad crediticia. Desde enero hasta agosto de este año, las utilidades de los bancos sumaron 192 mil 957.2 millones de pesos, lo que representa un crecimiento anual del 2.8% en términos reales. Este monto marca un récord histórico para el mismo periodo, según datos del Banco de México (Banxico).
Expertos atribuyen este incremento en las utilidades a las elevadas tasas de interés y al dinamismo en la cartera crediticia. Sin embargo, el crecimiento observado es inferior al 14.2% registrado en el mismo periodo del año anterior y se considera el más bajo desde la caída reportada en 2020.
César Salazar, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, destacó que hay dos factores clave que benefician a la banca: la alta tasa de interés de referencia, que aunque ha disminuido sigue siendo elevada, y la reactivación económica posterior a la crisis de 2020, que ha estimulado el consumo y la solicitud de créditos.
“México tiene un perfil de consumo muy marcado. La pandemia impulsó considerablemente el uso de los recursos disponibles, como los créditos, lo que ha sido un motor fundamental para el crecimiento que han experimentado los bancos en esta administración,” comentó Yoliztli Gutiérrez, CEO de YG Consultores.
Hasta agosto, la cartera de crédito alcanzó 7.28 billones de pesos, mostrando un crecimiento anual del 6.5%, y acumulando 29 meses consecutivos de avances. Los ingresos por concepto de intereses y comisiones en la cartera de crédito totalizaron 692 mil 889 millones de pesos, con un incremento anual del 6.5%. Francisco Orozco, profesor del Tec de Monterrey, subrayó que los bancos deberán consolidar la relación con los clientes adquiridos durante este periodo.
De cara al futuro, Salazar anticipó que habrá un impacto en los resultados de los bancos debido a la disminución de la tasa de Banxico y el aumento de las reservas de crédito, lo cual dependerá de la cartera vencida de cada institución. “Esto es parte de una regulación prudencial. No implica que estén experimentando pérdidas,” agregó.
YG Consultores pronostica que durante este sexenio se destacarán actores clave dentro del sistema financiero. El fortalecimiento de los canales digitales en bancos tradicionales y la llegada de bancos completamente digitales serán estrategias efectivas, especialmente para aquellos enfocados en el consumo, señaló Gutiérrez.
El profesor Orozco también enfatizó que la consolidación de la banca digital fomentará la competencia, aunque persisten muchas oportunidades de mejora en la calidad del servicio. Las entidades que buscan obtener una licencia bancaria enfrentarán varios retos, como demostrar que son bancos innovadores en un sistema que tradicionalmente se considera obsoleto. “También deberán asegurar que la experiencia digital supere la experiencia presencial y garantizar la inclusión,” explicó.
En cuanto a las posibles modificaciones en la tributación del sector, Salazar consideró poco probable que se realicen cambios a corto plazo, ya que se necesitaría una reforma fiscal y la presidenta Sheinbaum ha indicado que ese tema no se abordará en un futuro cercano. Sin embargo, sugirió revisar el tema de las comisiones, ya que “hay ciertas comisiones en México que no se aplican en otros países. El sector bancario en México está relativamente protegido, lo que les permite expandir significativamente sus beneficios.”
La presidenta Claudia Sheinbaum incluyó en los 100 puntos de compromiso del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, anunciados el 1 de octubre, el fortalecimiento del Banco del Bienestar, que se centra en la dispersión de programas sociales.
El profesor Francisco Orozco reflexionó sobre la necesidad de comprender la visión y misión del Banco del Bienestar, señalando que “está, pero no está, y no entendemos para qué sirve. El desafío del gobierno es consolidar su objetivo”.
Por su parte, Yoliztli Gutiérrez consideró que el Banco del Bienestar servirá como complemento a la banca comercial del país, enfocándose en una población diferente. “Habrá muchas alianzas con el Banco del Bienestar, la banca de desarrollo y la banca privada para desarrollar modelos de negocio innovadores en beneficio de toda la población,” concluyó.