El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que las nuevas inversiones extranjeras en México experimentaron un notable aumento del 133% en el tercer trimestre de 2024, en comparación con el trimestre anterior. Ebrard destacó que este crecimiento es un indicador de que México está atrayendo más capitales foráneos y que este año se romperá el récord de inversión extranjera directa (IED).
En una reunión con periodistas, el titular de la Secretaría de Economía detalló que durante el tercer trimestre se captaron 2,100 millones de dólares en nuevas inversiones, superando los 900 millones de dólares registrados en el segundo trimestre. “Es la cifra más alta de IED que ha tenido nuestro país. A pesar de ser un aumento del 9% con respecto al mismo trimestre del año pasado, esto nos indica que incluso el crecimiento se ha acelerado”, añadió.
Por su parte, Luis Rosendo Gutiérrez, subsecretario de Comercio Exterior, precisó que el total de IED en el tercer trimestre alcanzó los 5,737 millones de dólares, estableciendo un nuevo récord histórico. Destacó que, en recientes reuniones con fondos de inversión en Nueva York, el 80% de las firmas manifestaron su interés en invertir en México.
Sin embargo, expertos han señalado que, a pesar de estos datos positivos, aún existen desafíos. Miguel González Ibarra, académico de la UNAM, consideró que, aunque los resultados son alentadores, es importante no perder de vista las áreas de oportunidad que México debe abordar para aprovechar mejor las inversiones.
El especialista también indicó que las políticas amigables con el sector privado, como la promoción de asociaciones público-privadas y la resolución de problemas en el sector energético, serán clave para mantener el flujo de inversión. Por otro lado, Rodolfo Ramos, de Banco Bradesco, advirtió sobre la cautela de los inversionistas internacionales ante las preocupaciones políticas y económicas, en especial por las posibles políticas de Trump.
Finalmente, Octavio Aguilar, consultor económico, alertó sobre el riesgo de sobrevalorar el impacto del nearshoring, señalando que, aunque la cercanía con Estados Unidos es un atractivo, México aún enfrenta desafíos como la falta de infraestructura adecuada para sostener un crecimiento sostenible en las inversiones.