La Asociación de Bancos de México (ABM) ha señalado que la volatilidad y el nerviosismo presentes en los mercados financieros se deben más a la incertidumbre que a una falta de confianza. Julio Carranza, presidente de la ABM, advirtió que la inestabilidad continuará hasta que se definan claramente las reglas secundarias de la reforma judicial.
Carranza enfatizó la importancia del diálogo existente entre los diferentes sectores y la relevancia de escuchar sus posturas. “Es fundamental esperar a conocer realmente las implicaciones de las leyes secundarias. Solo entonces podremos evaluar la profundidad de su impacto”, comentó.
El presidente de la ABM mostró su optimismo respecto a las leyes secundarias, mencionando aspectos clave como la capacidad de los jueces, los procesos disciplinarios y los métodos de selección. Destacó la importancia de establecer una clara independencia de poderes para asegurar la certidumbre en las inversiones.
“Es crucial que tengamos confianza y paciencia; la llegada del nuevo gobierno brindará la certidumbre que aún falta, no por falta de voluntad, sino porque es parte del proceso de implementación de la reforma judicial”, explicó. Mencionó que hay un plazo de tres meses para completar la implementación y para que se recojan y consideren las opiniones de todos los sectores, incluyendo la iniciativa privada y la banca.
Carranza subrayó que la situación actual es más una cuestión de incertidumbre y no una falta de confianza. “No percibo que el país esté estancado; al contrario, veo que avanza. La inversión extranjera sigue fluyendo y hay grandes oportunidades para México”, aseguró.
En otro orden de ideas, Carranza indicó que el 52 por ciento de los usuarios prefieren la banca móvil a los métodos tradicionales, dado que realizar una transacción en ventanilla cuesta 20 pesos, mientras que a través de la banca móvil solo cuesta 5 pesos.
En los últimos seis años, la banca mexicana ha invertido 128 mil millones de pesos en tecnología, de los cuales 24 mil millones se destinaron en el último año. “Contamos con uno de los mejores sistemas de pagos del mundo, el SPEI, implementado por el Banco de México. También estamos promoviendo Dimo, que permite realizar transacciones de hasta 12 mil pesos usando solo un número de teléfono”, añadió.
Entre los desafíos que enfrenta el sector, destacó la necesidad de reducir el uso de efectivo, ya que en compras menores de 500 pesos se utiliza en el 90 por ciento de las transacciones, mientras que en compras superiores a 501 pesos, este porcentaje se reduce al 78. Otro reto importante es la inclusión financiera, dado que la banca cubre el 89 por ciento de los municipios del país, donde reside el 99 por ciento de la población adulta.