En septiembre, la industria mexicana presentó señales de desaceleración, afectada principalmente por la caída en la actividad constructiva debido a la conclusión de importantes proyectos y un entorno de creciente incertidumbre, tanto interna como externa, incluido el impacto de las elecciones en EE. UU. La conclusión de las obras clave del gobierno y las expectativas pesimistas para los próximos meses han provocado una pérdida de fuerza en la construcción.
El Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) reportó un estancamiento con una variación anual de 0.0% en septiembre, lo que representa su peor desempeño desde febrero de 2021, según datos desestacionalizados del INEGI.
Entre los cuatro sectores que componen el IMAI, el comportamiento fue mixto, pero destacó la caída de 2.3% anual en la construcción, lo que marcó dos meses consecutivos de contracciones, una situación no vista desde el periodo agosto-octubre de 2022.
En el área de obras de ingeniería civil, se reportó una caída de 30.0% anual, acumulando cinco meses consecutivos con datos negativos, siendo la mayor caída desde noviembre de 1995. En cuanto al futuro de la construcción, tres factores podrían afectar negativamente: las tasas de interés, la desaceleración de la inversión pública y un entorno incierto tanto a nivel nacional como internacional, que incluye las elecciones de Trump, según el análisis de Ve por Más.
“El gasto público se mantendrá limitado después de la finalización de las obras insignia del gobierno, el cambio de administración y la necesidad de recortes al gasto. La inversión privada también podría verse afectada por la creciente incertidumbre, especialmente por factores internos y externos, como la elección de Trump”, explicó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más. Sin embargo, Banorte se muestra algo optimista respecto al sector de la edificación, destacando la construcción de 93 parques industriales en México, lo que representa una inversión de 4 mil millones de dólares.
Otro sector que experimentó una caída fue la minería, con una disminución de 4.3%, extendiendo su racha negativa a 15 meses consecutivos. En contraste, los sectores de servicios básicos y manufacturas registraron avances anuales de 1.2% y 1.5% respectivamente, siendo este último su segundo mes consecutivo en crecimiento.
Dentro de las manufacturas, 10 de los 21 subsectores mostraron aumentos, destacando la fabricación de productos derivados del petróleo, que creció un 19.7% anual, y la producción de equipo de computación, que subió un 5.8%.
A pesar de la resistencia mostrada por la manufactura mexicana, el equipo de análisis de Valmex advirtió que la industria podría enfrentar un menor dinamismo en los próximos meses debido a la debilidad del sector manufacturero en EE. UU., lo que podría reducir la demanda de exportaciones mexicanas.
En términos acumulados, entre enero y septiembre, la industria creció solo un 1.0%, el aumento más bajo desde 2020, y muy por debajo del 3.4% registrado en el mismo periodo del año anterior. Por sectores, la manufactura creció solo un 0.3%, mientras que la construcción avanzó un 6.3%, aunque estos crecimientos son menores comparados con los del año pasado.
“Esperamos que las manufacturas sigan estancadas debido a su vinculación con Estados Unidos, que sigue mostrando debilidad. En la construcción, anticipamos que la desaceleración continuará, especialmente en las obras de ingeniería civil, debido al fin de los proyectos insignia del gobierno anterior. Por ello, proyectamos que la actividad crecerá solo un 0.9% en 2024 y caerá un 1.1% en 2025”, indicó Citibanamex. En este sentido, Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa, señaló que el desempeño menos dinámico del sector industrial en el tercer trimestre podría generar una pequeña corrección a la baja en el indicador de ese periodo.
