La Reserva Federal (Fed) se reunirá esta semana después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Kamala Harris y Donald Trump se enfrentan en las urnas. Aunque el resultado de estas elecciones es incierto, la decisión de la Fed, que se dará a conocer dos días después, parece más predecible: ante la continua disminución de la inflación, se prevé un segundo recorte de tasas de interés en lo que va del año.
Es posible que la contienda presidencial siga sin resolverse cuando finalice la reunión de la Fed el jueves, pero esta incertidumbre no debería influir en la decisión de bajar nuevamente su tasa de referencia. Sin embargo, las futuras acciones de la Reserva Federal podrían volverse más inciertas una vez que un nuevo presidente y el Congreso asuman sus funciones en enero, especialmente si Trump regresa a la Casa Blanca.
Los economistas advierten que las propuestas de Trump, que incluyen aranceles elevados a las importaciones y la deportación masiva de migrantes, junto con su amenaza de interferir en las decisiones de la Fed, podrían provocar un aumento significativo de la inflación. Una inflación más alta podría llevar a la Fed a frenar o detener sus recortes de tasas.
Se espera que el jueves, bajo la dirección de Jerome Powell, la Fed reduzca su tasa de referencia en un cuarto de punto, llevándola a aproximadamente el 4.6 por ciento, después de un recorte de medio punto en septiembre. Los analistas anticipan otro recorte similar en diciembre y posiblemente más en el año siguiente. Generalmente, los recortes de tasas buscan facilitar el endeudamiento para consumidores y empresas. Sin embargo, en este caso, la Fed está reduciendo las tasas por razones diferentes, ya que normalmente lo hace para estimular una economía débil. A pesar de que la economía está creciendo robustamente y la tasa de desempleo es baja (4.1 por ciento), las altas tasas de interés se han mantenido debido a la inflación alta, que alcanzó un pico del 9.1 por ciento en junio de 2022.
Con la inflación interanual cayendo al 2.4 por ciento en septiembre, Powell y otros funcionarios de la Fed han señalado que las altas tasas de interés ya no son necesarias. La Fed, que subió las tasas 11 veces para combatir la inflación, ahora busca lo que Powell ha denominado “una recalibración” hacia un entorno de menor inflación.
Los funcionarios de la Fed han indicado que los recortes de tasas serán graduales, aunque casi todos apoyan nuevas reducciones. Powell y sus colegas están evaluando dónde se sitúa la tasa neutral, que estiman en torno al 2.9 por ciento. La mayoría de los economistas creen que está más cerca del 3 al 3.5 por ciento.
A medida que se aproxima el próximo año, la Fed comenzará a discutir hasta qué punto debe reducir su tasa de referencia para no restringir ni estimular el crecimiento. No obstante, algunos economistas sugieren que, dado que la economía se mantiene saludable incluso con tasas altas, la Fed no necesita aliviar el crédito excesivamente.
La próxima reunión de la Fed, que se realizará justo después de las elecciones, podría llevar a Powell a abordar el impacto de los resultados electorales en la economía y la inflación. Se espera que subraye que las decisiones de la Fed no están influenciadas por la política.
En cuanto a las propuestas de aranceles de Trump, que serían mucho más amplias que las implementadas durante su presidencia, los economistas advierten que esto podría reactivar la inflación. Un informe del Instituto Peterson de Economía Internacional sugiere que estas propuestas podrían elevar la inflación en dos puntos porcentuales en el próximo año. Según los analistas de Pantheon Macroeconomics, la Fed podría estar más inclinada a aumentar las tasas en respuesta a estas nuevas amenazas arancelarias, lo que afectaría las proyecciones de reducción de tasas si Trump resulta ganador.